Brick by brick
¿No resulta exagerado exigirle a los esclavos de toda la historia, que aprendan a ser libre en un puñado de generaciones? Miramos para atrás, no mucho eh, sólo un vistazo rápido al retrovisor, y vemos una involución mayúscula. Si miramos hacia adelante, vemos evolución también. Lenta, lenta evolución – el verdadero hijo de puta es el que nos hace creer que existen recetas mágicas, soluciones instantáneas. El cambio es paulatino, no existen los mesías. Y, especialmente, nadie cambia a punta de pistola. No existen culpables, fuera de todos y cada uno de nosotros. El mundo se hace de la suma de las partes, y no al revés – la superestructura es el chivo expiatorio que nos disculpa las insuficiencias como individuos a cargo de nuestras vidas. Entonces ¿cómo convivir, las consciencias más evolucionadas con las menos? Esa debería ser la pregunta que intente responder cualquier Estado, en lugar de cómo fomentar el consumo. Si existe una respuesta, seguramente de ella dependa el futuro (o